martes, 7 de abril de 2009

Un juego de amigos.

Hacia tiempo que nos conocíamos. Las cosas iban bien, nuestra relación cada día iba un poquito más allá. Recuerdo aquellos primeros días que los pasábamos charlando de todo un poco.

Un día me pidió que fuese su puta (palabra cariñosa) siempre me decía que eso era para El. No tenia que llamarle con ningún otro nombre, solo por el que le conocí, eso si, siempre de usted.

Todo iba bien, me respetaba y yo a El. Entendía mis malos momentos así como yo su carácter. A veces llego incluso a llamarme a altas horas de la noche, allí estaba yo, siempre a su disposición.

Acepte ser Su puta. Empezó a tener fantasías, algunas eran difíciles de realizar, otras de buscar, intentaba complacerle, pero no siempre las cosas salían como deseaba.

Dudaba de mí, eso hacia me hacia sentir mal (sabia como hacerlo). Tenia confianza en EL, pero no en los demás, sabia que no me haría ningún daño, que cuidaba de mi. Había cosas que no le entendía, me hacían dudar, pero seguía. Intentaba explicarle que no era por El, que buscara gente de confianza, siempre me decía que yo solo debía obedecerle. Obedecerle a costa de que?

Empecé a dudar, a tener miedo, eso hizo que la relación se tambalease. Decidí dejarle, pero siempre regresaba pidiéndole perdón y que intentaría hacer las cosas mejor.

Le necesitaba ,me había acostumbrado a El. Las cosas al tiempo volvían a ser igual. No recuerdo que fue o si ,no quiero recordar. Un día le dije que todo había terminado.

Así como suena, todo había terminado y....desapareció. Se que fui yo la que lo decidió, me sentí mal, abandonada, era lo que yo había decidido. Que esperaba? Los días pasaron y no conseguía olvidarle, fueron demasiadas cosas, demasiados dias, demasiado..todo.

Un día conocí a otra persona, totalmente distinta, cariñosa, amable, siempre todo por favor...yo decidía el momento. Me gano y yo me deje ganar.

Fueron momentos felices, agradables y poco a poco fui olvidando lo que fui. Un día me pidió que hiciera algo por El. Algo diferente, Quería morbo y juego. Me explico lo que deseaba y me sentí feliz de poder hacer algo por EL.

Le esperaría en la casita que siempre nos veíamos , nuestro escondite. Tendría solo la lamparita encendida, creando sombras en la habitación, pero la suficiente para ver.

Le esperaría vestida solo con el conjunto de lencería negro que me regaló. Las medias y esos zapatos de tacón que tanto le gustaban. Me sentaría en el borde de la cama frente al gran espejo que hizo colocar, me vendaría los ojos y esperaría su llegada.

Ese día era uno mas ,un día como otro, lo hacia diferente que yo esperara así, me sentía nerviosa y excitada, muy excitada, era un juego diferente, la situación lo era.

Cuando llegue a la casa ,me di una ducha, quería oler bien. Me había regalado un perfume y dijo donde quería que lo colocase, unas gotitas en cada pezón. Mientras lo ponía note como mi excitación crecía. Me fui vistiendo y con cada prenda notaba una punzada..no quería tener mojado mi tanga cuando llegase, tenia que tranquilizarme.

Cuando terminé, mire para comprobar que estaba todo como había pedido, me senté ,me vende los ojos y espere.

No se que tiempo paso ,no debió de ser mucho era puntual. Sentí la cerradura y alguien entrar. No veía nada, esperé.

Me llego un ligero perfume, lo conocía (confundía los aromas con el que me había puesto yo?)

Sentí que se acercaba, ese perfume lo recordaba, un ligero roce en mi cabeza, en mi cuello, en mi pecho, en mi abdomen, dos dedos me separaron las piernas, ni una sola palabra. Seguía pensando en el perfume, lo recordaba, me estaba excitando. Notaba como me humedecía.

Tiro del sujetador, debía de quitarlo. Un tiron en mis pezones me hizo regresar. Note otra punzada en mi sexo. Tiro del tanga. me puse en pie y fui bajándolo, estaba completamente mojado.

Toco mi cabeza y me senté de nuevo. Un toque en las rodillas, debía de separarlas mas, Otro toque, las separe aun más. Note como sus manos tocaba mi sexo, pellizcaba mi clítoris e introducía sus dedos en mi vagina, estaba a punto, sentía como me humedecía cada vez mas, las palpitaciones aumentaban, mi respiración se aceleraba, tenia próximo el orgasmo...retiro sus manos .El perfume me llego otra vez.

Sentí como se situaba detrás de mí. Necesitaba tener ese orgasmo. Sus manos recorrieron mi cuello, mi espalda, mis pechos, pellizco con fuerza mis pezones....mi orgasmo....

Toco mi sexo...empujo mi codo hacia abajo y comencé a masturbarme. Notaba su respiración detrás de mi, en mi cuello, en mi espalda, sus manos se enredaron en mi pelo tirando de la cabeza hacia atrás, seguía masturbándome, estaba próxima, no podía mas...tiro fuerte de un pezón retorciéndolo y ....tuve el orgasmo...intenso.

Con la respiración agitada, la cabeza que me daba vueltas y las ultimas contracciones.. sentí su voz.

Sus primeras palabras desde que entro: Seguirás siendo mi puta hasta que Yo lo decida, entendido?

Dos lágrimas mojaron la venda que cubría mis ojos.Alegria? Tristeza?

Quien sabe que sentimientos albergaba en esos momentos.

"anónimo"

La Cita.

Mire el reloj. Era hora de comenzar a prepararme.
Dude entre un baño y una ducha. El baño me relajaría pero estaba demasiado nerviosa para permanecer dentro del agua. Se que si lo hacia mi imaginación volaría, no quería que sucediera eso, no podía dejarla volar. Así que me decidí por una ducha.

En la cama estaba todo preparado, manteniendo un orden, el orden en el que serian colocadas. Había un conjunto de lencería, suje y tanga negro, lo había pedido así. Unas medias con un fino liguero de encaje las sujetaría a mis muslos, se veían tan finas que pensaba se romperían al ponerlas. Un vestido negro, recto sencillo, tenía un pequeño escote y cerraba con una cremallera en la espalda. Un cordoncito fino seria lo que llevaría al cuello. En los pies de la cama se veían unos zapatos negros de alto tacón y sujetos al tobillo.

Entre al baño desnudándome lentamente. Sus palabras regresaban a mi mente, movía la cabeza intentando no pensar nada. Los pensamientos me producían excitación.

Sentí el agua caliente caer sobre mi cuerpo, la suavidad y el perfume del jabón. Sentía unas manos, manos que no parecían ser las mías, sentía que me miraban...otra vez la imaginación.

El vapor se acumula en el baño. La suavidad de la toalla envuelve mi cuerpo. Seco cada centímetro de piel...no debo pensar. Le sigue la crema, crema con perfume, el perfume que tanto le gusta. Las manos se deslizan suaves erizando mi piel. El maquillaje solo un poco de rimel en los ojos y rojo en los labios. Miro la ropa que hay sobre la cama, aun queda tiempo, no deseo que este arrugada, debo estar impecable. Un cigarrito me vendría bien, decido beber solo un vaso de agua, tengo la boca seca.

Me miro frente al espejo desnuda. En primer lugar el tanga, una pierna, la otra lo subo lentamente ajustándolo. El suje abrochándolo en mis espaldas. Las medias, se deslizan suavemente por mis piernas, he de tener cuidado, no quiero romperlas. Los zapatos, los ato a mis tobillos.

Me miro de nuevo en el espejo. El vestido, subo la cremallera despacio. El cordón… mis manos en la nuca.

Una vez mas me miro en el espejo y sonrió Ha llegado al hora

Hay una silla, sentada con la espalda recta y mis piernas alineadas, espero.

Espero paciente el saludo de “Buenas noches Mi sumisa”.

De “anónima”